La Vivienda PostCovid-19

La Vivienda PostCovid-19 y las nuevas normalidades.

Lupita y Rodrigo podrían vivir en un pequeño departamento en San Ramón Norte de Mérida, Yucatán, o en la colonia Roma en la CDMX, o quizá en los alrededores de San Pedro Garza en Monterrey, Nuevo León y si de algo se han dado cuenta durante los meses de confinamiento por Covid-19 es que necesitan más espacio (o al menos aprovechar más el que tienen) sobre todo, necesitan áreas que estén al aire libre. 

Mencioné algunas ciudades de México, porque efectivamente esta pandemia nos afectó a todos e independientemente en donde nos encontremos nos hemos dado cuenta que esas terrazas o patios pequeños se han convertido en el bien más preciado de esta cuarentena que ha obligado a familias enteras a convivir bajo el mismo techo y a compartir espacios reconvertidos en: oficinas, aulas de colegio, gimnasios improvisados, salas de junta, entre otros. 

De acuerdo a Cristina Alonso en el sitio web “La Información” nos menciona que en España los expertos del sector inmobiliario “han percibido esta tendencia y auguran una era post Covid en la que los ciudadanos van a alejarse cada vez más de los grandes centros urbanos que han resultado ser focos de contagio y propagación de enfermedades”; y ustedes mis lectores me dirán -“David eso pasará en Europa por el tipo de vivienda que existe”- pues estimados lectores, dejénme decirles que también en México y muy seguramente en el resto de América, esto sucederá.

Coldwell Banker, una de las franquicias inmobiliarias más importantes, llevó a cabo una encuesta en donde se encontró que antes de la crisis sanitaria una oficina o un estudio en casa no era un valor recurrente que se considerara en el mercado inmobiliario mexicano; pero debido a la pandemia y a las nuevas formas/dinámicas laborales se vio que los nuevos compradores de casas están buscando estos espacios.

Muchas ciudades en México, entre ellas la ciudad de Mérida en Yucatán, han experimentado el crecimiento de la mancha urbana de manera desmedida principalmente por la opaca/insuficiente política de Desarrollo Urbano, lo cual se traduce en una limitación de tierra céntrica para la edificación de espacios de uso mixto que verdaderamente prioricen espacios abiertos y horarios establecidos para evitar la saturación de personas.

En un estudio realizado por BBVA Research, nos indica que el sector de la vivienda enfrentará la crisis más duradera después de la ocurrida en 2009 y que a pesar de los menores costos de financiamiento y la disposición de líneas de crédito no serán suficientes para la recuperación del mercado ante la incertidumbre y la falta de empleo; este dato me resulta muy necesario señalarlo ya que si bien es cierto que el sector es uno de los que más sufre, no menos cierto es que es la industria que más rápido se reactiva, y una vez que las “aguas se calmen” tendrán un gran área de oportunidad para innovarse y crear una oferta muy interesante que pueda cumplir con las exigencias del consumidor post-COVID-19, lo cual hará que la rentabilidad en la industria pueda ser mucho mejor que en años anteriores.

Otro ejemplo que nos indica el inevitable cambio en el sector de vivienda, es el que el economista Javier Santacruz señala como otro sector en auge: el de viviendas vacacionales: «En estos casos, la demanda muestra más fortaleza financiera que en el caso de la vivienda habitual, ya que son familias que disponen de ahorro y capacidad de endeudamiento para hacer un ‘plan B’ de alojamiento en caso de que la pandemia vuelva a rebrotar», reflexiona. Coincido completamente en esto y lo complementaria diciendo que muy posiblemente el consumidor post-COVID19 -muy probablemente de la generación millennial- trate de hallar una vivienda no como “plan B” de alojamiento, como señala Javier Santacruz, sino una en donde pueda desenvolverse familiar, anímica, física y muy probablemente profesionalmente. 

A partir de este momento las áreas de oportunidad de los desarrolladores de vivienda estarán en edificar nuevos complejos de usos mixtos que además de democratizar la vivienda  y  contar con los accesos adecuados, con la mayor circulación e independencia posible, siempre aprovechando cada metro cuadrado del terreno se tendrá que ir desde la filtración de aire acondicionado y ventilaciones hasta un diseño de las áreas comunes más enfocado en el exterior y por supuesto con planes de contingencia y protocolos establecidos para afrontar la posibilidad de una nueva epidemia o pandemia.

Esto generará nuevos retos a los gobiernos estatales y municipales que tendrán que crear programas de desarrollo urbano en donde se tenga que resolver todo lo referente a la cobertura de servicios, generación de infraestructura suficiente, obviamente no solo depende del gobierno, es una responsabilidad compartida con el sector privado que tendrá el enorme reto de renovarse e innovar en la post-COVID19 para generar un nuevo producto adaptado a la nueva normalidad.

David Castro

Experto en consultoría en inversiones inmobiliarias, consultor empresarial. Especialista en aspectos legales para las empresas